


La restauración de la Puerta de Toledo, principal símbolo patrimonial de Ciudad Real y declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, se centró en la conservación estructural y la recuperación formal de este excepcional ejemplo de arquitectura militar bajomedieval. La intervención abordó la consolidación de fábricas de sillería y mampostería, la restauración de elementos escultóricos y heráldicos, así como la recuperación de las bóvedas, matacanes y merlones del cuerpo central y las torres laterales. Se aplicaron técnicas específicas de limpieza, rejuntado con morteros compatibles, protección superficial y reintegración puntual de volúmenes perdidos, siempre bajo criterios de respeto a la autenticidad material y constructiva del conjunto.
La actuación presentó una elevada complejidad tanto técnica como patrimonial, al tratarse de una estructura monumental muy expuesta y sometida a afecciones por tráfico urbano, agentes atmosféricos y degradación por uso. Se ejecutaron trabajos de mejora del drenaje, protección frente a humedad ascendente y control de biodeterioro, además de actuaciones complementarias de iluminación arquitectónica y adecuación del entorno inmediato. La restauración de la Puerta de Toledo ha permitido preservar uno de los pocos accesos fortificados que se conservan de la muralla histórica de Ciudad Real, reforzando su papel como hito urbano, referencia cultural e icono identitario de la ciudad.







