


La restauración de las cubiertas y fachadas de la Iglesia de las Calatravas, uno de los templos más representativos del barroco madrileño, se planteó como una intervención integral orientada a garantizar la conservación estructural, la estanqueidad y la recuperación formal del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural. Las cubiertas, resueltas mediante teja cerámica curva sobre estructura de madera y aleros de plomo, presentaban deformaciones, filtraciones y deterioro por falta de mantenimiento, lo que comprometía tanto la estabilidad como la conservación interior. Se procedió a la reparación y refuerzo de la estructura portante, sustitución de piezas dañadas, renovación del sistema de impermeabilización y mejora de la ventilación. En las fachadas, se restauraron las fábricas de ladrillo, los revocos, los elementos de cantería, cornisas y cerrajerías, con limpieza, consolidación, rejuntado con morteros compatibles y protección frente a agentes atmosféricos.
La intervención se desarrolló en plena calle de Alcalá, en un entorno urbano de alta complejidad logística, lo que exigió una planificación precisa y una ejecución por fases, sin interferir en la actividad litúrgica del templo ni en la circulación peatonal y rodada del entorno. Se actuó con especial cuidado en los elementos ornamentales de la portada barroca y en el control de humedades en zócalos y encuentros, garantizando la compatibilidad entre los materiales originales y los nuevos. La restauración ha devuelto al edificio su imagen histórica y ha reforzado su papel como hito patrimonial en el corazón del Madrid histórico, asegurando su conservación a largo plazo y su integración activa en el paisaje urbano monumental de la ciudad.








