


La restauración del Castillo de Buitrago de Lozoya, uno de los conjuntos fortificados más relevantes de la Comunidad de Madrid, se centró en la consolidación estructural, conservación preventiva y recuperación de sus elementos esenciales, con miras a su futura adecuación como museo. Se intervinieron murallas, torres y fábricas de mampostería y sillería, además de proteger coronaciones y puntos vulnerables, guiados por estudios arqueológicos y de patología constructiva que aseguraron una actuación respetuosa con su valor histórico.
La intervención, a cargo de un equipo multidisciplinar, detuvo el deterioro del monumento y sentó las bases técnicas para su puesta en valor como espacio cultural. Se aplicaron refuerzos discretos, mejoras en drenaje y accesibilidad, preservando la lectura arqueológica del conjunto. Esta primera fase de consolidación constituye un hito clave en su rehabilitación integral, garantizando su conservación y futura apertura como museo vinculado al patrimonio medieval del municipio.







